Mónica Blas Robledo • 31 de enero de 2025

El descenso de la libido durante la menopausia es un síntoma común debido a los cambios hormonales, especialmente la disminución de los niveles de estrógeno, que pueden afectar la función sexual, la lubricación vaginal y el deseo sexual. Sin embargo, existen varias estrategias basadas en la evidencia para abordar este desafío y mejorar la libido en mujeres menopáusicas.
- Lubricantes y geles vaginales
La sequedad vaginal es un síntoma frecuente de la menopausia debido a la disminución de estrógenos, lo que puede hacer que el acto sexual sea incómodo o doloroso, lo que a su vez reduce el deseo sexual. El uso de lubricantes vaginales a base de agua puede aliviar la sequedad y mejorar la experiencia sexual. Además, los geles vaginales (productos que se usan regularmente para mantener la humedad vaginal) también pueden ser útiles.
- Terapias psicológicas y consejería sexual
Las cuestiones psicológicas y emocionales, como el estrés, la ansiedad, la depresión o los cambios en la imagen corporal, pueden contribuir significativamente a la disminución de la libido durante la menopausia. La terapia cognitivo-conductual (TCC) o la consejería sexual pueden ser útiles para abordar estos factores y mejorar la intimidad en las relaciones. Trabajar con un terapeuta especializado en sexualidad puede ayudar a las mujeres y a sus parejas a explorar los aspectos emocionales y psicológicos relacionados con la sexualidad.
- Ejercicio físico
El ejercicio regular tiene múltiples beneficios que pueden ayudar a mejorar la libido. La actividad física mejora la circulación sanguínea, lo que aumenta la excitación sexual, y también reduce el estrés, mejora la autoestima y puede combatir la fatiga, factores que pueden afectar la función sexual. Ejercicios como el yoga, que también promueve la relajación y el bienestar general, pueden ser particularmente útiles para las mujeres menopáusicas.
- Mindfulness y técnicas de relajación
El mindfulness y las técnicas de relajación pueden ayudar a las mujeres a reducir el estrés y la ansiedad, lo cual, a su vez, puede mejorar la función sexual. Practicar la atención plena o mindfulness puede aumentar la conexión con uno mismo y con la pareja, mejorando la experiencia sexual y el deseo. También, practicar la respiración profunda y la meditación puede reducir la tensión y promover una mayor satisfacción sexual.
- Alimentos y suplementos
Algunos alimentos y suplementos pueden tener un impacto positivo en la libido. Por ejemplo, ciertos suplementos fitoterápicos como el ginseng y el tribulus terrestris han sido estudiados por sus posibles efectos sobre la función sexual. Además, llevar una dieta equilibrada que incluya antioxidantes, grasas saludables y vitaminas, puede mejorar la salud general y la función sexual.
- Cambio en las expectativas y comunicación con la pareja
A medida que las mujeres atraviesan la menopausia, las expectativas sobre la actividad sexual pueden cambiar. Es importante comunicarse abiertamente con la pareja sobre las preocupaciones y expectativas en cuanto a la intimidad. La adaptación de la vida sexual para que sea más placentera, sin presiones, puede ser un enfoque importante. Además, explorar diferentes formas de intimidad, como masajes o juegos previos, puede ser útil para reavivar el deseo sexual.
- Cuidado del bienestar emocional
El cuidado emocional es clave para mantener una buena vida sexual. Las mujeres en la menopausia pueden experimentar cambios emocionales, y un enfoque equilibrado para cuidar el bienestar emocional (a través de actividades que proporcionen placer, apoyo social, y autocompasión) puede mejorar el deseo sexual.
Es recomendable que las mujeres que experimentan un descenso significativo de la libido durante la menopausia consulten a un especialista en salud sexual para determinar las mejores opciones de tratamiento basadas en su situación individual.