Mónica Blas Robledo • 24 de enero de 2025

Diversos estudios sugieren que las prácticas de mindfulness pueden ser útiles para mitigar los síntomas más comunes de la menopausia, como los sofocos, la ansiedad, la depresión y los problemas de sueño.
- Reducción del estrés y la ansiedad: Los programas de mindfulness, como el entrenamiento basado en la reducción de estrés (MBSR, por sus siglas en inglés), han mostrado una disminución significativa de los niveles de ansiedad en mujeres durante la menopausia. La práctica de mindfulness ayuda a las participantes a manejar mejor los síntomas relacionados con el estrés, favoreciendo un estado mental más tranquilo.
- Mejora en la regulación emocional: Se ha documentado que el mindfulness favorece la autorregulación emocional, lo cual es especialmente relevante durante la menopausia, una etapa que a menudo está marcada por cambios emocionales y hormonales. Las mujeres que practican mindfulness reportan una mayor capacidad para manejar los altibajos emocionales.
- Disminución de los sofocos y otros síntomas físicos: Algunos estudios muestran que el mindfulness puede ayudar a reducir la intensidad y la frecuencia de los sofocos y otros síntomas físicos típicos de la menopausia. La práctica regular de mindfulness puede mejorar la percepción del cuerpo y reducir la respuesta física al estrés, lo que contribuye a disminuir la manifestación de estos síntomas.
- Incrementa la calidad del sueño: El mindfulness también ha demostrado ser efectivo para mejorar la calidad del sueño en mujeres menopáusicas, quienes a menudo experimentan insomnio y trastornos del sueño debido a los cambios hormonales. La práctica ayuda a reducir la rumia y la inquietud mental, facilitando un descanso más reparador.
- Mejora en la calidad de vida general: A lo largo de diversas investigaciones, se ha encontrado que el mindfulness mejora la calidad de vida en general, ayudando a las mujeres a afrontar mejor los cambios físicos y emocionales durante la menopausia. A través de un enfoque en el momento presente, las participantes en los programas de mindfulness informan sentirse más satisfechas con su bienestar general.
En conclusión, la práctica de mindfulness se presenta como una herramienta efectiva
para ayudar a las mujeres durante la menopausia a manejar tanto los síntomas físicos como emocionales, contribuyendo a una mejora significativa en su calidad de vida. Sin embargo, se requieren más estudios longitudinales y de mayor escala para confirmar sus beneficios a largo plazo y su efectividad en diferentes contextos.