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Historias de crianza (3). Dame más y me iré antes (1ª parte)

Mónica Blas Robledo • abr 09, 2016

Durante más de un año aquella minúscula sala se convirtió en mi sitio de pensar. No quiero pensar que fuera como castigo pero si como reflexión con un gran feedback entre mi lado racional y el sentimental.
Aquel día de setiembre llegué acompañada por Raúl. Era el último que pasaríamos por allí. Recogeríamos el alta, nos despediríamos de un intenso año y daríamos las gracias por los consejos, tertulias, caricias, miradas serenas y fuerza recibida. No para lo que esperábamos sino para lo que no sabíamos que llegaría.

Si he aprendido algo en una sala de espera es a respetar. Detrás de una mirada perdida no sabes nunca si hay duda, miedo, esperanza o simplemente agotamiento.

Aquel miércoles estábamos pocos, una pareja silenciosa y pensativa al igual que nosotros. Nos miramos de vez en cuando los zapatos buscando alguna respuesta por el suelo o para no incomodar al de enfrente con la intranquilidad que da la sala de espera.

E., mi amatxuenfermera, se había empeñado en acompañarme al aseo y que probáramos por última vez antes de firmar el folio amarillo del alta.

Como una teenager inquieta en la puerta del aseo, la recuerdo vibrando, esperó a que saliera con toda mi santa paciencia y la sensación de que debes recoger los bártulos e irte.

En los cuatro años de espera hasta llegar a este aseo ha habido desarreglos hormonales, racionales, sentimentales, sociales, laborales… Y Elena estaba ahí. Al teléfono y al otro lado de la sala de espera. Abría la puerta y sonreía. No lo podía hacer mejor.

“Qué mujer!” Pensé en el baño mientras era incapaz de llenar el botecillo.

Volví con R. a la sala de espera, en el lado de la derecha, cerca de la puerta. Como siempre.

Él callado. Había decidido en los últimos meses que no mostraría duda ni agobio. No mostrar no significa no sentir.

Relájate. Cuántas veces puedes oirlo en cuatro años? Basta!!! Ni una más!

De repente, a nuestra derecha, al otro lado de la puerta, en la consulta donde Ruth, Ainhoa, Elena o Meli me habían guiñado tantas veces los ojos, parecía que se celebraba una gran fiesta por el cambio inesperado en el tono de sus conversaciones, risas, aplausos y movimientos.

Sonriendo por tal hecho nos pilló E. a R. y a mi cuando inmediatamente de tal jolgorio salió con la muestra de su alegría.

M. acababa de recibir su primera ola. Nacería el 26 de junio de 2014.

Llegaba plantándonos en la cara una lección preciosa.

Llegaron mil pruebas, las nauseas, los vómitos, las pérdidas, los silencios, las miradas urgentes de E., las ecos, la amniocentesis, los vómitos, la prueba corta, la prueba larga, otra prueba larga, ( madre de Dios no puedo mássssss), oooootra prueba larga, los vómitos, las patadas, las patadas en las costillas, los ronquidos prodivorcio, los vómitos, las nalgas, las dietas, los antojos, los vómitos ( anulan los antojos, no?), los ardores y las noches de ardores durmiendo en vertical.

El acto de presentación de M. fue un jueves. De madrugada.

Las contracciones se precipitaron, la epidural llegó tardísimo y tú, quien seguro sufriste más que yo, estuviste a mi lado. Me gustaría verte y decirte que jamás me olvidaré de ti. De tu rostro, de tu niño y el por qué de su nombre, de tu disgusto, de lo que sufriste. Quizás no salió tal y como ambas esperábamos. Tú por tu experiencia y yo por mi inexperiencia. Quizás M. sufrió más de lo que querías pero no te olvidaré.

Si hoy tuviera la oportunidad de volver a verte sé que necesitaría darte un gran abrazo.

El acto de presentación de M. no fue muy de portada de Hola. Sin querer frivolizar el chico vino cantándonos por bulerías.

Por Mónica Blas Robledo 04 nov, 2023
Ya desde hace un tiempo conocíamos la existencia de ciertos productos lubricantes que ayudaban a las mujeres en menopausia en sus relaciones sexuales y que estaban siendo recomendados por las matronas de forma individualizada cuando acudían las mujeres a consulta a realizar la citología, o con problemas de falta de lubricación o dolor en las relaciones. Pero existen muchas mujeres que presentan molestias en sus genitales por sequedad o escozor , tanto dentro como fuera, de forma continua, entones, ¿cómo podemos prevenir o incluso tratar estas molestias? 1. Alimentación: es importante estar bien hidratada, así que debemos beber agua o líquidos en cantidad suficiente. Comer abundantes alimentos ricos en agua como frutas, verduras, sopas, cremas, etc. Los ácidos grasos omega 3 y 6 te ayudarán a mantener la hidratación en tus mucosas, los frutos secos (nueces, pipas de girasol, almendras, etc.) y los pescados azules (caballa, sardinas, anchoas) no pueden faltar en tu dieta. Los alimentos ricos en ácidos grasos omega 7 pueden ser útiles para aliviar la sequedad. Algunos alimentos accesibles ricos en omega 7 son aguacates, huevos, aceite de oliva, lácteos sin desnatar (queso, mantequilla), etc. 2. Higiene de esta zona: adecuada, ¿qué quiere decir? Una vez al día, suficiente. Lavar demasiado la zona genital externa puede llevar a aumentar la sequedad, el escozor y la irritación. La vagina (la parte interna de nuestros genitales) no necesita ninguna limpieza, tiene su propio “autolavado”. ¡Ojo con los productos que utilizamos en la higiene! Debemos utilizar productos específicos para la zona íntima tanto en la limpieza como en su hidratación. La ropa interior a veces, puede ser irritante por las fibras o materiales de las que se forma y nos puede resultar muy bonita y sexy, pero de manera habitual es mejor usar ropa interior de algodón blanca y lavada con jabón hipoalergénico. Las compresas y salvaslip pueden tener componentes irritantes también. Si utilizamos óvulos lubricantes o productos aplicados internamente o bien tenemos escapes de orina, y necesitamos utilizar algún tipo de protector para no manchar la ropa interior, debemos elegir el que mejor se adapte a las necesidades de nuestra piel de la zona perineal y seguir las instrucciones en cuanto a la frecuencia de cambio de la compresa. 3. Autoconocimiento: la estimulación hace que llegue más sangre a la zona genital, más sensaciones nerviosas y hace que las mucosas estén más hidratadas y fuertes. ¿Esto qué quiere decir? Que nos conviene la estimulación con regularidad, bien con otra persona o bien con nosotras mismas. Existen muchos dispositivos (estimuladores, vibradores, etc.) en el mercado, así que podemos ser autosuficientes y ofrecernos la estimulación cuando más nos apetezca y de la forma que más nos guste. 4. Hidratación: si has llegado has aquí, y has ido poniendo en práctica todos los consejos anteriores, quizás ya no necesites utilizar ningún producto para mejorar la hidratación de la vulva y zona perineal. Si, por el contrario, sigues notando sequedad, escozor o tirantez en la zona íntima, te proponemos una rutina de “cuidado genital”: • Primer paso: limpiar con un producto específico para la zona genital externa rico en activos calmantes de origen natural. • Segundo paso: aplicar un hidratante para la zona intima externa o aceite específico que nos aporte acido hialurónico o rosa mosqueta, para poder regenerar la piel irritada. • Tercer paso: hidratar la vagina internamente, según las necesidades puede ser suficiente con una crema o la aplicación de unos óvulos, también ricos en ácido hialurónico y aceites. El cuidado de la salud de la mujer es un tema apasionante, seguimos actualizándonos con los avances que nos ofrece también la tecnología. La utilización del láser ginecológico es una de las técnicas que está llegando con fuerza para el tratamiento y el alivio de la sequedad vaginal y la lubricación, pronto os contaremos más sobre este tema.
menopausia madurez mujer
Por Mónica Blas Robledo 17 sept, 2023
Las mujeres mayores de 40 y 50 años, en la actualidad, buscamos respuestas, queremos saber cómo prepararnos mejor para esta nueva etapa vital, tenemos a nuestro alcance mucha información y no nos resignamos. Debemos ser conscientes también que es preciso introducir algunos cambios en nuestros hábitos de vida que pueden ayudarnos, no solo a nivel físico sino también a nivel de las relaciones sociales, manejo del estrés, etc.
Tristeza y postparto
Por Mónica Blas Robledo 18 feb, 2020
Tras los primeros días de euforia después del parto puede aparecer en algunos casos un sentimiento de tristeza. Este sentimiento puede presentarse como una falta de motivación, sensación de poca ayuda, ganas de llorar con más facilidad, dificultad para concentrarse o dormir, falta de hambre o sensación de no hacer bien las cosas. Se trata de un estado transitorio y en la gran mayoría de mujeres dura unos pocos días.
Maternidad e incontinencia de orina tras el parto
Por Mónica Blas Robledo 22 ene, 2020
Una de las principales consultas de las mujeres durante el postparto está relacionada con las pérdidas de orina involuntarias tras el parto, y hoy en día cada vez tenemos más información y sabemos que además de un problema a nivel físico, conlleva una pérdida de nuestra calidad de vida. La buena noticia es que la inmensa mayoría de estos trastornos del suelo pélvico tras el embarazo y parto tienen solución.
Primeras contracciones cuando me pongo de parto, herramientas para llevarlo mejor
Por Mónica Blas Robledo 01 dic, 2019
Las primeras horas con contracciones molestas van a ir provocando una preparación en tu cuello uterino para poder dilatar, suele ser una fase lenta y algunas mujeres tienen muchas sensaciones desagradables que incluso les impiden el descanso.
Por Mónica Blas Robledo 31 oct, 2019
La mayoría de las mujeres tras el parto vaginal tienen algún tipo de traumatismo perineal, esto es una lesión que sucede en los genitales durante el parto, que ocurre de forma espontánea o a causa de una episiotomía (corte que en algunas ocasiones es realizado por el profesional que asiste el parto). Estos traumatismos requieren de una reparación, con unos puntos de sutura en la zona perineal. ¿Qué debemos saber sobre los puntos en la zona perineal? 1. Los primeros días es cuando vamos a sentir más molestias, que, por regla general, deben ir disminuyendo. 2. El hilo de sutura que se utiliza es reabsorbible por lo que se caen solos. Algunas veces es necesario quitar alguno de ellos antes, esto lo valorará tu matrona o ginecólogo/a en las consultas de postparto. 3. La visualización de la zona con un espejo para ver su evolución te puede ayudar a detectar posibles complicaciones. Lo puedes hacer tú o tu pareja. 4. La higiene es importante, utiliza un jabón neutro o de higiene intima, una vez al día con la ducha y después de hacer caca, siempre de adelante hacia atrás. En determinadas situaciones podremos necesitar algún jabón especial cicatrizante, nuestra matrona o ginecólogo/a nos indicará cual si es necesario. 5. La humedad no viene bien para la cicatrización de las heridas, así que el cambio de compresas debe ser muy frecuente, ya que estaremos unos días con sangrado vaginal (loquios). Las compresas que se deben utilizar son especiales, de algodón que transpiran mejor. 6. La ropa interior debe ser holgada y de algodón, existe ropa interior desechable que nos puede ser de utilidad en este periodo. ¿Cuáles son las señales de alarma? • Inflamación en la zona de sutura, enrojecimiento, hinchazón, calor en la zona afectada y dolor. También puede aparecer supuración en la herida (salida de secreción blanquecina más o menos espesa). • Dolor en la zona que no cede con los analgésicos que te han pautado. Tómatelos siempre que los necesites. Ante cualquier duda, consulta con tu profesional de referencia.
Por Mónica Blas Robledo 01 oct, 2019
La leche materna es, sin duda, el mejor alimento infantil que existe; es el más equilibrado y contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del recién nacido humano.
Por Mónica Blas Robledo 02 sept, 2019
Una de las dudas más frecuentes de las mujeres embarazadas es darse cuenta del comienzo del parto. A partir de la semana 37 de gestación es cuando es más probable que se comience con los síntomas propios del proceso del parto.
Por Mónica Blas Robledo 12 jun, 2019
La subida de la leche está regulada por una compleja producción hormonal, que tiene que ser la adecuada en los primeros días del postparto.
Por Mónica Blas Robledo 24 feb, 2019
Una de las demandas que nos hacen frecuentemente las familias durante las sesiones de la Preparación al Parto es que les facilitemos una “lista” con aquellas cosas imprescindibles que hay que llevar al centro sanitario donde eligen ir para dar a luz a su bebé. Obviamente, las necesidades varían mucho en función de si decidimos ir a un centro público o privado, o de si vamos a estar ingresadas 2 días o 5, o si tenemos pensado un modelo de crianza u otro.
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